Popularmente conocido en, prácticamente, todas las culturas, el mal de ojo ha sido temido por el hombre como uno de los peores males que le acechan.
Se trata de una creencia supersticiosa según la cual una persona que tiene envidia, celos o coraje con respecto a otra persona transmite esa energía negativa, que los orientales llaman SHA, y es absorbida por el cuerpo de la persona ojeada, modificando la energía de su aura.
Causas del mal de ojo
Esto provoca una modificación en la balanza de energías y se manifiesta a través de tristeza, llanto, dolor de estómago, cabeza o espalda sobre todo. La desgana o el no interés por la vida están presentes y como consecuencia de ello puede provocar problemas de otra índole como: problemas laborales, económicos, sexuales, familiares, etc.
Es importante destacar que, en los niños, este tipo de mal actúa de una manera mucho más intensa debido a la fragilidad de éstos y se manifiesta con llantos continuos sin motivos aparentes, falta de apetito o insomnio.
La persona envidiosa acumula esa maldad en forma de energía negativa y con tan sólo fijar su mirada en la persona envidiada, es capaz de hechizarla con el mal de ojo, desencadenando para la víctima una serie de episodios de mala suerte. Aunque, a veces, no es tan sencillo y es probable que necesiten afianzar el hechizo con algún ritual para hacerlo más efectivo.
Como curiosidad, es interesante saber que existen dos formas para el mal de ojo: el voluntario y el involuntario, por decirlo de alguna manera. Todos los seres humanos, por naturaleza, somos codiciosos y envidiosos, y a veces, sin que tengamos conocimiento de ello somos capaces de desear el mal a otra persona y perjudicarla. Este es el caso del mal de ojo involuntario, al que a pesar de su carácter espontáneo no debemos restarle importancia.
Por otro lado, tenemos el mal de ojo voluntario que no es más que el que desea conscientemente el mal y el fracaso en la vida de la persona elegida.
Prevención del mal de ojo
Afortunadamente, existen desde tiempos inmemoriales, todo tipo de amuletos y técnicas contra este mal.
Empezamos por proteger el hogar y a todos los miembros de la familia colocando una herradura de hierro en la puerta o ubicando figuras de buena suerte como son las lechuzas, los elefantes con la trompa hacia arriba o los delfines. También es efectivo tener en casa siempre muérdago ya que es una planta que da buena vibra.
Después, continuamos protegiéndonos individualmente mediante amuletos protectores como, por ejemplo, portar una cinta roja con el fin de alejar la mirada pesada del envidioso o cadenas con azabache, corales, cruces de Caravaca, etc.
Finalmente, todo lo anterior se hará mucho más efectivo en el momento en que depositemos toda nuestra fe para lograr el objetivo, ya que sin la fe y la energía positiva no tendría el mismo resultado.