Pasar el agua para eliminar el mal de ojo

El agua sirve para purificarse

El mal de ojo es conocido desde tiempos ancestrales. En numerosas culturas existe la superstición de que cuando en el entorno de una persona se suceden las desgracias y problemas pueden ser debidos a que alguien le ha echado mal de ojo. La forma más eficaz de acabar con él es acudiendo a pasar el agua, como se denomina el proceso por el que se limpia el alma de estas influencias negativas.

Una persona tiene mal de ojo porque otra ha tenido pensamientos negativos hacia ella, principalmente envidias y rencores. Puede darse la circunstancia de que le haya transmitido esa negatividad de manera involuntaria, pero en la mayor parte de los casos no es así. Para poder echar mal de ojo a alguien es preciso unos rituales de magia y mucha concentración. Todas las personas contamos con energías positivas y negativas y estas últimas podemos transmitirlas a otros mediante la mirada. Hay quien tiene más y menos fuerza para trasladar esos malos augurios a otros. También hay gente que al estar cargada de gran positividad son más inmunes al mal de ojo.

Habitualmente quienes hacen mal de ojo lo proyectan sobre gente de su entorno, sobre las que tengan especial inquina. También se puede complementar con otros rituales de magia negra, incrementando los efectos negativos de los deseos. Existen multitud de amuletos que portar y rituales que practicar para evitar el mal de ojo. Antiguamente en las culturas celtas era habitual que a los niños recién nacidos se les protegiera ante el mal de ojo, porque envidias hacia sus padres podrían afectar de manera especialmente negativa a los bebés, muy débiles y proclives a enfermedades.

¿Cómo saber que se tiene mal de ojo?

El mal de ojo básicamente lo que hace es que toda una serie de fuerzas negativas se comen la energía de la persona que lo sufre. Eso le afecta a su estado de ánimo, a su salud e incluso a su entorno. Si las desgracias se suceden, no se levanta cabeza, se está continuamente enfermo sin razón aparente o con un estado de ánimo bajo se puede tener la superstición de que se padece mal de ojo.

Hay que ser muy fuerte para resistir al mal de ojo

La sucesión de problemas pueden responder al mal de ojo, pero también a otras muchas razones, por lo que es importante descartar primero enfermedades y problemas serios. Una vez eliminadas las posibilidades se puede analizar si se sufre mal de ojo. Hay varias fórmulas para saberlo. El mal de ojo se transmite por la mirada y es ahí donde radica una de las evidencias de haberlo sufrido. Si los ojos han perdido su vitalidad habitual puede ser síntoma de ello, pero también de debilidad física. El que sufre el mal de ojo puede tener algún tipo de amuleto u objeto que le da buena suerte y luche contra esta superstición. Si este se rompe o desaparece sin ninguna razón aparente puede ser síntoma de haber sido ojeado (como se define a quien le han echado mal de ojo).

Por último, la forma más eficaz de saber si se sufre mal de ojo es un pequeño ritual que precisa de una botella de aceite de oliva o sal. Se coloca en un recipiente lleno de agua y se hacen tres cruces sobre ella. Se echa aceite en un vaso y mojando en el líquido los dedos índice y medio se hace una cruz sobre la frente de quien puede haber sido ojeado. Se vuelven a introducir los dedos en el vaso y se dejan caer dos gotas de aceite sobre el agua. Si se hunde o se funde con el líquido se confirma que se sufre mal de ojo.

Con la sal hay dos formas de proceder. Una de ellas consiste en echar en un recipiente alcohol y quemarlo. El supuesto ojeado debe coger en sus manos sal gorda y echarla al fuego. Si hace un ruido fuerte se confirma el mal de ojo. Otro modo de saberlo es echar vinagre y un puñado sal gorda en un plato, que se colocará debajo de la cama del ojeado. Tres días después se mira a ver si la sal ha trepado a los bordes del plato. Si es así, tiene mal de ojo.

Pasar el agua

Una vez que se ha confirmado que alguien sufre mal de ojo la forma de eliminarlo es pasando el agua. Se trata de un ritual especialmente extendido en la zona norte de España, sobre todo en Asturias. El agua es conocida en los rituales como una fuente de limpieza y pureza, por lo que es la adecuada para eliminar el mal de ojo.

Es necesario llevar una botella de agua para completa el ritual

El pasar el agua suele ser practicado por conocedores de la magia y la superstición, ya que se trata de una técnica ancestral. El ritual en sí es sencillo. La persona ojeada debe portar una botella de agua de su casa, por haber estado en contacto con ella. Durante el ritual se realizarán varias crucifixiones y se trasladarán las energías negativas del ojeado al agua. Se pueden formar burbujas en el líquido, que son la representación de las envidias y malos deseos que han volcado sobre esa persona. Una vez finalice se llevará la botella de nuevo a su casa donde deberá beber su contenido durante los sucesivos días.

Los rituales de pasar el agua no guardan relación con la magia negra, sino todo lo contrario. Es un proceso por el que se elimina la negatividad que tiene una persona, pero ésta no se traslada a otra, simplemente desparece cuando haya consumido todo el agua. Se trata de un proceso inofensivo cuya única finalidad es quitar el mal de ojo a quien lo padece. En ningún momento implica peligros físicos o trasladar ese mal de ojo o cualquier otra persona, ni siquiera a quien se lo provocó. No hay rituales para saber quién ha sido quien ha echado mal de ojo, aunque cada uno puede tener sus sospechas al respecto.