En nuestra vida diaria muchas son las ocasiones en las que decimos o hemos escuchado a alguien decir "te lo va a devolver el karma" o "eso ha sido por el karma", pero realmente no conocemos mucho de esta fe o creencia, de dónde procede o lo que significa.
El karma es una "ley" de creencia o fe que intenta desmontar la existencia de la suerte, ya que se basa en la ley de causa y efecto, es decir, que las acciones que cometemos en nuestro presente ya sean positivas o negativas, se verán en consecuencia en la vida presente o en las vidas futuras. Esto no se emplea solo en la acciones físicas, sino que también hablamos de las acciones verbales y mentales.
Por esta misma razón, las acciones que se producen en cada momento de nuestra vida y que en muchas ocasiones categorizamos de buena o mala suerte, según la ley de karma se trata de las consecuencias de las acciones de las vidas anteriores. Algo que hacemos en este momento se puede ver recompensado dentro de dos días o de dos vidas, del mismo modo que algo de hace diez vidas puede verse reflejado en nuestro día a día del presente.
Pero, ¿cómo podemos diferenciar entre lo bueno y lo malo? Teniendo en cuenta las diferentes culturas que hay en el mundo, la ley general para diferenciar lo bueno de lo malo es que las cosas buenas que haces, dices o piensas no deben perjudicarte ni a ti mismo, ni a los demás ni al ambiente. En el momento en que alguna de nuestras acciones afecten de manera negativa a alguien o algo, estaríamos ante una mala acción, que según la ley del karma, se nos devolvería en esta vida o vidas futuras.
Origen del karma
El origen de la palabra karma viene del sánscrito, una lengua de origen clásico que proviene de las tierras indias y de Oriente. Su significado literal es "acción", de ahí la importancia de las acciones para sus efectos en la vida.
El karma es una ley cósmica propia de la fe budista y del hinduismo, con una íntima relación con la reencarnación. Se dice que si no existe la reencarnación no habría vidas suficientes para ver los efectos de las acciones realizadas.
Pero para ambas creencias, la budista y la hinduísta, la ley del karma es diferente. Los hindúes creen que debe haber un gran número de buenas acciones para que se vean recompensadas en nuestra vida futura de manera positiva. Si no se lleva a cabo ese gran número de buenas acciones, podemos llegar a estancarnos y en lugar de evolucionar, regresarnos en nuestro camino espiritual. Por ello, en la mayoría de los casos las vidas siguientes de la reencarnación van a ser de una calidad menor.
Para los budistas esto no es así, no tiene nada que ver el número de acciones positivas que se lleven a cabo, todas las acciones tendrán su efectos en las vidas futuras sin que ello suponga un cambio en la calidad de las mismas. Es decir, no tiene por qué convertirse en un castigo o mala suerte el haber cometido acciones negativas en una vida pasada, ya que el karma se trata de una ley natural.
Leyes del karma
El karma se basa en 12 leyes que determinan cómo responderemos a nuestras acciones, sentimientos y pensamientos presentes:
1. Ley de causa y efecto. Es la ley general en la que se basa el karma. Toda causa tiene su efecto en el futuro, todo lo que hagas te vendrá de vuelta. Los actos negativos volverán como negativos, al igual que los positivos.
2. Ley de la creación. Somos parte del universo y por ello debemos participar de ello. Lo que nos rodea nos da las señales para lo que debemos realizar.
3. Ley de la humildad. Si te falta este sentimiento en tu vida, no puedes conseguir que el karma te responda de forma positiva. No se puede estar en un nivel de superioridad porque ello nos llevará a tener pensamientos negativos y por tanto se nos responderá con un karma negativo.
4. Ley del crecimiento. El karma es responsabilidad de nosotros mismos y no de las cosas que nos rodean, por lo que para que las acciones que llevemos a cabo sean positivas, debemos estar en un constante crecimiento personal.
5. Ley de responsabilidad. Por la misma razón que la ley anterior, debemos ser conscientes de los actos que cometemos porque son realizados por nosotros mismos.
6. Ley de la conexión. Esta ley explica que todos los actos que cometemos y que nos llegan tienen una conexión directa. Cada paso que realicemos llevará a otro paso y así a otro nivel.
7. Ley del enfoque. Nunca debemos perder el control ni el norte de las acciones que estamos cometiendo, ni el destino que queremos que estas tomen. El destino se crea por las acciones del karma.
8. Ley del dar y de la generosidad. Es uno de las acciones positivas por excelencia en los efectos que conseguiremos por la ley del karma.
9. Ley del aquí y ahora. No se puede pensar en que esa "mala suerte" que tenemos corresponde en los actos cometidos en el paso y anclarnos en ellos. Debemos vivir el presente y hacer las acciones positivas en el presente para que ello se vea recompensado en el futuro.
10. Ley del cambio. Los ciclos de vida se repiten hasta que las acciones positivas hayan limpiado por completo el karma negativo que pudiera existir.
11. Ley de la paciencia. Todo esfuerzo tiene su recompensa. Como hemos podido entender con la explicación del karma, realizar una buena acción hoy no significa que la recompensa llegue mañana, ya que el efecto de la acción puede llegar pasadas varias vidas. Por eso n o se deben realizar las acciones pensando en la recompensa cercana y tener paciencia y fe hasta el karma haya quedado limpio por completo.
12. Ley de la inspiración. Pon todo lo bueno de ti en cada acto que cometas, guíate de las buenas intenciones.
No se debe confundir el karma con el dharma. El dharma son las acciones que se deben hacer en la vida presente, mientras que el karma son las acciones que tienen sus consecuencias en la vida presente y/o en las vidas futuras.
Por todo esto, la única forma de cambiar lo que conocemos como "mala suerte" es cambiar nuestras acciones y que se conviertan en buenas acciones para ver esa recompensa, que podrá aparecer en la vida presente o en las futuras. Como hemos comentado anteriormente, no solo estamos hablando de las acciones físicas, sino también de las mentales, entre las que entran los sentimientos como la envidia, el odio o el rencor. Vivir con una mente positiva y con unas acciones positivas, nos harán recibir lo mismo en el futuro.