Desde tiempos inmemoriables los hombres nos hemos dejado influenciar por la superstición. Existen determinadas creencias que son síntoma de malos augurios o que pronostican toda clase de males para quienes los presencia. Todo depende de los supersticioso que sea cada uno, pero todos conocemos los mitos que existen en torno a un gato negro, a romper un cristal o pasar por debajo de una escalera.
Podemos creer que situaciones fortuitas como estas dan o no mala suerte, pero lo cierto es que la mayoría tratamos de evitarlas. No vaya a ser que lo de la superstición sea cierto. Evidentemente no existe ningún tipo de estudio o evidencia científica que demuestre que unos acontecimientos determinados tengan influencia sobre el destino de quien los presencia, pero ¿por qué arriesgarnos y ahuyentar a la buena suerte?
Superstición y pseudociencia
Lo cierto es que el origen de todas las supersticiones es muy antiguo. No en vano están basadas la mayor parte de ellas en tradiciones populares o los antiguos cuentos de las pequeñas aldeas. Es por ello que se vinculan estrechamente con pseudociencias tales como la astrología, el espiritismo, la quiromancia o el tarot.
Estas pseudociencias suelen tener calado entre determinadas personas, por lo general con escasos estudios y recursos económicos. Sin embargo las supersticiones están generalizadas por toda la sociedad, aunque también es cierto que no cuesta nada evitar ciertas cosas que nos pueden traer mala suerte, como es caminar por debajo de una escalera.
Mientras que las pseudociencias son iguales en todos los países del mundo, no ocurre con lo mismo con las supersticiones. Al igual que sucede con la mitología los personajes y las tramas tienen un origen común aunque incluyen variantes en función de la ubicación geográfica en que nos encontremos. Pero también hay casos en los que determinadas circunstancias son vistas como un símbolo de buena suerte para unos y para otros es precisamente lo contrario.
El rechazo a pasar por debajo de una escalera
Por poco supersticioso que se sea seguro que todos nosotros hemos esquivado alguna vez una escalera. Caminar por debajo de una se considera un presagio de mala suerte. Es habitual ver a gente que camina por una acera y al encontrarse con un andamio no duda en pasarse a la calzada para evitarlo. Es una extensión de estos miedos. Otros lo ven únicamente como reducir las probabilidades de recibir un golpe de alguno de los materiales con los que trabajan en las alturas y que podría precipitarse al vacío.
Al igual que existe con otras muchas supersticiones ésta tiene una base religiosa. Pensad en una escalera sencilla, de las más tradicionales. Al tenerla escalera apoyada en una pared se forma un triángulo, símbolo que los católicos relacionan con la santísima trinidad. Atravesarlo, es decir pasar por debajo de la escalera, vendría a ser la representación de profanarlo y atraer al demonio, que se viene traduciendo para el supersticioso por tener mala suerte en un futuro cercano.
La escalera es un instrumento que desde hace siglos se relaciona con la muerte, algo que ha podido también influir en que pasar por debajo de una sea visto como un símbolo de mala suerte. En las primeras representaciones de la crucifixión de Cristo se veía a Satanás, en posición más baja frente a la cruz, formando una escalera. Se entendía que todo lo que se englobaba en ese espacio eran los dominios del diablo.
También se relaciona con la escalera con la horca y por extensión con los criminales. Cuando los verdugos mataban a un condenado colgándolo de un árbol nadie se atrevía después a pasar por debajo después de que fuera ejecutado para no encontrarse con el fantasma del fallecido. De ahí que también sea visto como un presagio de mala suerte. Ese miedo acabó derivando en una superstición muy extendida.
Buena suerte para los egipcios
A pesar de que desde la época cristiana se ha venido relacionando la escalera con la mala suerte lo cierto es que, siglos atrás, era todo lo contrario. El egipcio es un pueblo supersticioso, aunque no en este caso.
En sus tumbas se podían encontrar dibujos de escaleras. Su presencia era para desear buena suerte al fallecido y se usaba el mismo instrumento que había empleado Horus, el dios del Sol naciente, para rescatar a Osiris tras haber sido empujado a la oscuridad por Set. En la Biblia también se narra como Jacob soñó que ascendía al cielo por una escalera y se rodeaba de ángeles.