Esta superstición de utilizar una pata de conejo como amuleto nos puede parecer un tanto macabra, ya que no todo el mundo puede encontrar agradable transportar o tener en casa una pata de un animal. Pero se trata, a su vez, de una de las tradiciones más antiguas para atraer la buena suerte, como es el trébol de cuatro hojas, y se cree que su origen puede remontarse al 600 a.C., y por ello es también muy conocida.
Gran parte de la fama de la pata de conejo proviene de su confusión con la liebre, ya que se han utilizado de manera indistinta. La liebre, animal respetado y temido a la vez en algunas culturas antiguas como la celta, tiene la singularidad de ser el único (o de los pocos) mamífero que nace con los ojos abiertos, por lo que se le ha atribuido a este animal la posesión de ciertas cualidades especiales, como la clarividencia, y también se toma como un signo de protección contra el Mal de Ojo.
Esa es una de las causas por las que se le empezó a atribuir poderes mágicos. Sin embargo, el conejo nace con los ojos cerrados, pero eso no ha evitado que atribuyamos importantes cualidades a este animal, además, ha sido y resulta más sencillo conseguir la pata de conejo que de liebre, así que por eso se extendió más la tradición de llevar un amuleto de este animal.
¿Por qué el conejo y por qué la pata?
El conejo, por su facilidad para procrear, ha sido clásicamente un símbolo de fertilidad, así que su pata puede atraer energías positivas en ese sentido. Además, este animal tiene una manera única y muy astuta de desplazarse, pues al correr apoya antes las patas traseras que las delanteras, de ahí que prefiramos su pata. Por eso y también porque la usan para otras muchas funciones, como abrir las madrigueras en el suelo. En general, la manera que tienen estos animales de utilizar sus patas traseras ha resultado tan fascinante para el hombre que no extraña que se les atribuyera buena suerte a estas partes del cuerpo.
Con la llegada del cristianismo a Europa en el siglo VI d.C. la adoración a las liebres, conejos u otro ente que no fuera Dios se consideró actividad pagana. Resultaba lógico, además, los conejos también eran asociados a la brujería y hechicería, pues pasaban mucho tiempo bajo tierra y ya los celtas creían que eso les daba el poder de conectar con fuerzas poderosas. No obstante, la población de conejos empezó a crecer en Europa tras traerlos de otros continentes, así que cada vez fue más fácil conseguir estos amuletos y se fueron popularizando.
¿Cómo atraer la suerte con una pata de conejo?
Para que la pata de conejo atraiga la buena suerte, debe ser la pata trasera izquierda, que portaremos también en el bolsillo izquierdo si queremos que su hechizo funcione. Se dice que debe ser cortada por un hombre bizco en noche de luna llena, y el animal no puede estar enfermo. Hay una creencia que dice que la llevamos en nuestro bolsillo izquierdo, como decíamos, tendremos más posibilidades de encontrar al amor de nuestra vida.
La pata de conejo nos aliviará el dolor de enfermedades como la gota, calambres o reumatismo. También, si se pasa por la frente de un recién nacido, se le previene de los malos espíritus, y es que para atraer la buena suerte deberemos de frotarla o acariciarla. Por eso mismo existía clásicamente la tradición de que los actores se maquillaran con una pata de conejo. Las mujeres en la antigüedad así lo hacían también, para evitar la mala suerte. También podemos emplearlo en algunos rituales mágicos para canalizar la suerte en algún aspecto concreto.