Comenzamos cada año, o cada nueva temporada, haciendo una lista de buenos propósitos; ir al gimnasio, realizar aquella dieta, aprender inglés, ahorrar, viajar más... propósitos que acaban quedando en una simple lista, muchas veces sin hacer hecho ninguno. Nos encanta procastinar, ese hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse con prioridad, escogiendo otras más placenteras. Lo hacemos constantemente y no podemos evitarlo.
A veces, no solo no las comenzamos, sino que además queremos sacar de nuestra mente aquella idea tan buena que tuvimos ¿nos da pereza o nos da miedo salir de nuestra zona de confort? Sí, casi siempre terminamos fallando. Las excusas que nos ponemos a nosotros mismos y a nosotras mismas para comenzar otro día con nuestros proyectos son infinitas : estrés, poco tiempo, falta de dinero... El problema está en que siempre nos ponemos metas muy altas, poco asequibles y demasiado exigentes. Queremos conseguirlo todo en un día, y como resultado nos frustramos, abandonando y tirando la toalla a la semana.
Adquirir un nuevo hábito no es cosa de un sólo día, requiere concentración, energía y sobre todo paciencia. Por eso es importante conocer el método Kaizen, una metodología que proviene de Japón con la que ya no tendrás que procrastinar ni un solo día más.
Método Kaizen
El método o filosofía Kaizen ('mejora' o 'cambio beneficiosos¡ en japonés) proviene de la cultura asiática, en la que cada día tiene que existir esa posibilidad de mejora. Su origen estaba ligado al ámbito laboral, pues era una estrategia de calidad para las empresas, sin embargo este método se puede aplicar a nuestra vida diaria.
Masaaki Imai, teórico y consultor de gestión, es el creador de esta regla de oro. Masaaki pone un máximo énfasis en la educación y el entrenamiento como base para alcanzar nuestros objetivos. Destaca que en Japón la mayoría de las empresas están implantando ya este modelo porque genera pensamientos positivos en los trabajadores y aumenta la eficiencia en el trabajo.
La filosofía Kaizen o técnica del minuto consiste en optar por una mejora constante y gradual, pero a través de pequeños pasos en nuestra rutina diaria que nos conducirán más tarde a un gran cambio. Este método japonés nos invita a salir del círculo vicioso de metas irreales y frustración, y cambiarlo por mejorar nuestras rutinas un 1% más cada día. Al principio podemos tener la sensación de que no estamos mejorando o avanzando nada, pero algún día llegaremos al 100%.
La metodología Kaizen no obra milagros, es decir tiene que llevarse a cabo como un nuevo estilo de vida. Este método además de ayudarnos a conseguir nuestros objetivos, también nos ayudarán a ser más pacientes, y por ende dejar atrás el estrés y la procrastinación. La filosofía que emana de Japón desarma los objetivos inmensos en pequeñas piezas y pasos alcanzables, consiguiendo incentivarse a través de pequeños logros.
Implantar el método Kaizen a nuestras vidas
El éxito del método Kaizen reside en su simplicidad y baja exigencia. El secreto está en que el cerebro no percibe el reto como una tarea imposible, sino como un reto sencillo que tiene que realizar todos los días a la misma hora. La facilidad y la constancia del ejercicio hace que nuestro cerebro realice las conexiones neuronales necesarias para automatizar el hábito.
Seguir los pasos del método Kaizen a priori es fácil, pero ¿cómo lo implantamos en nuestra rutina? Para adquirir un nuevo hábito y que esta vez no lo abandonemos, debemos realizar una determinada tarea durante un minuto, cada día y a la misma hora.
Para implantar en nuestras vidas el método que arrasa en Japón, tan sólo necesitamos un minuto. Si queremos empezar con el ejercicio físico, lo mejor será hacer por ejemplo una flexión o un abdominal al día, y cada día incrementar más la intensidad o el número. A final de la semana o del mes conseguiremos mucho, y casi no habremos notado el esfuerzo que hemos hecho.
En cambio, si queremos adquirir el hábito de redactar ya sea una novela o un diario, podemos comenzar por escribir una página al día o también dedicarle cinco minutos e ir aumentando el tiempo. ¿Qué tal aprender un idioma? Para que no tiremos la toalla al tercer día de comenzar, podemos dedicarle unos cinco minutos diarios, si además nos ayudamos de una app en nuestro móvil o tablet conseguiremos aprender mucho más en poco tiempo.
El método Kaizen es aplicable a cualquier hábito que queramos adquirir; actividades creativas, deportivas, ocio, economía... La regla del minuto funciona. Tan solo tenemos que dedicarle un poco de nuestro tiempo, y pronto la pereza habrá desaparecido y estaremos en el camino adecuado para superarnos y aprender.
Otro asunto muy importante para conseguir nuestros objetivos, debemos alejar todos los pensamientos negativos de nuestra vida. Existen determinadas mecánicas y pasos para ser una persona positiva como la meditación, pero ver la vida de otra manera depende principalmente de uno mismo.
La clave para alcanzar los objetivos es ir muy poco a poco, hasta que ese hábito que nos resulta complicado se convierta en una rutina incluso agradable. Además, es importante visualizarse realizando ese hábito o actividad hasta que tengamos seguridad en nosotros mismos y en nosotras mismas.